Las tensiones entre las naciones occidentales y orientales son crecientes y las cosas no parecen tener un buen panorama para el futuro cercano. Más allá de las contiendas públicas de insistentes acusaciones y negaciones relativamente difíciles de fundamentar entre naciones capitalistas y comunistas parece que las tensiones están también por debajo de la mesa entre ambos bandos.
Aunque actualmente es poco común escuchar hablar sobre espionaje, este existe y ha dado de que hablar luego de que el jefe de espionaje interno de la MI5 dijera que la población debería tratar la amenaza del espionaje chino y ruso como un tema tan relevante como el terrorismo. Este argumentó que los espías de estas naciones buscan sembrar caos, robar tecnología y dañar la infraestructura.
Luego de los ataques a las torres gemelas en Estados Unidos, el terrorismo se convirtió en la principal prioridad de las agencias de inteligencia en el occidente. Sin embargo, el progreso actual de Rusia y China han forzado a los espías a retornar su mirada a los antiguos juegos del gato y el ratón típicos de la guerra fría.
Ken McCallum, director del MI5 ha dicho que el personal de inteligencia británico ha registrado 10,000 espías que buscan manipular a las personas convencionales en Gran Bretaña.
El espionaje extranjero puede desencadenar inconvenientes y planes frustrados, pero también podría llevar a la perdida de vidas. Además de el debilitamiento de estructuras sociales y sistemáticas.
McCallum también dijo que la resistencia a las amenazas del estado debe desarrollar la misma resistencia pública que se ha formado en contra del terrorismo.
Los espías de Gran Bretaña sostienen que Rusia y China han estado intentando robar datos de propiedad intelectual y datos comerciales, además de intentar interferir en la política e intentando sembrar información errónea en la región.
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